Cómo crear una estrategia de contenidos digitales paso a paso

Cómo crear una estrategia de contenidos digitales paso a paso

En un mundo donde consumimos información a través de pantallas digitales, las empresas deben adaptar su comunicación y su estrategia de contenidos a estos formatos.

Para ello, resulta primordial tener claros los conceptos básicos que ayuden a las empresas a realizar estas acciones de la forma más eficiente posible.

Pero antes, es necesario separar la idea de que el marketing de contenidos es lo mismo que la estrategia de contenidos.

Si bien pueden sonar a lo mismo, son 2 conceptos diferentes, pero estrechamente ligados (este es el principal motivo de su constante confusión).

Diferencia entre marketing de contenidos y estrategia de contenidos:

En este post, profundizamos en la definición y alcance del marketing de contenidos. Por ahora te diremos que el marketing de contenidos se caracteriza principalmente por tener una dimensión más comercial.

Su enfoque es la creación y difusión de contenidos orientados a atraer e incentivar a la compra de un público específico.

En cambio, la estrategia de contenidos se caracteriza por tener un enfoque más comunicativo.

La estrategia de creación de contenidos de valor adquiere especial relevancia al hablar del marketing de contenidos. 

Por resumirlo, podríamos decir que el plan de marketing de contenidos de una empresa se enriquece de las diferentes estrategias de contenidos que ponga en marcha.

¿Qué es una estrategia de contenidos digital?

Como hemos apuntado anteriormente, una estrategia de creación de contenidos consiste en la generación y publicación de contenido de calidad y de carácter divulgativo entre el público objetivo de una empresa.

Una estrategia de contenidos te ayuda a saber cómo, por qué y para quién es el contenido y cómo lo usarás para hacer el marketing de contenidos de tu negocio.

La estrategia digital de contenidos agrupa todo lo referente a la planificación, desarrollo, gestión y distribución de los contenidos, así como el análisis de los impactos y resultados que estos contenidos generan en el público ideal.

Los buenos contenidos les llegan a las personas correctas en el momento indicado, sin presiones y con información de valor para esos usuarios.

Sin embargo, es importante no confundir la estrategia de contenidos de valor, con las tradicionales comunicaciones corporativas, que incluyen comunicación de planes e iniciativas de las empresas.

¿Cuál es el objetivo de una estrategia de contenidos?

Cuando se habla de estrategias digitales de creación de contenidos, hablamos de poner el foco en las personas. El contenido debe estar creado para satisfacer necesidades reales de los usuarios.

Todo esto con el objetivo de atraer tráfico, retener a las personas y fidelizar a los clientes.

El fin último es mostrarle a nuestro público cómo podemos resolver sus necesidades y solucionar sus problemas de una forma eficaz y accesible.

Además, estos objetivos han de ser medibles, para poder realizar el análisis de todas las acciones que realicemos durante la difusión de los contenidos creados.

¿Por qué es importante tener una estrategia de contenidos como base de tu plan de marketing?

Definir una estrategia digital de contenidos es la base para transmitir correctamente los diferentes mensajes de una empresa. Es la forma más directa para acercarse al público, de entender sus problemas, empatizar con ellos y ofrecerles una solución.

Es una de las mejores formas de reforzar la identidad de marca dentro del target de mercado. Ya que el lenguaje, el diseño y los contenidos comunicarán los valores de la empresa.

Otra de las ventajas es que, con una buena estrategia de creación de contenidos, la empresa se asegura que cada uno de esos contenidos está creado con un propósito claro.

Se crearán contenidos pensando en la audiencia adecuada, con el formado adecuado y difundidos en el canal adecuado. Así se evita crear contenidos sin razón, tirando dinero en contenidos aleatorios que no le aportan nada al negocio.

– ¿Para quién estás creando ese contenido? 

Definir el público al que quieres llegar con tu contenido es el primer paso. Debes conocer a fondo las características de tu público objetivo, así como sus necesidades y problemas.

No tener claro para quién son tus contenidos suele ser la base de los errores en comunicación digital, pues no se sabe qué contenido ofrecer o si será interesante para alguien.

  • Toca definir tu Buyer Persona. Esto te ayudará a mantener tus contenidos centrados en ese perfil de público.

– ¿Por qué quieres crear ese contenido? 

Antes de crear contenidos a lo loco, es importante darle un propósito concreto a cada contenido. El “por qué” lo vas a crear.

Existen infinidad de motivos que empujan a una empresa a querer crear contenidos, pero en general se pueden resumir en:

  • Aumentar el conocimiento y la autoridad de tu marca dentro del mercado.
  • Generar confianza en tu público transmitiendo la experiencia de tu empresa.
  • Atraer a nuevos clientes potenciales que se interesen en tus propuestas.
  • Despertar deseo de compra en tu público objetivo.
  • Retener clientes y fidelizarlos en torno a las soluciones de tu empresa.
  • Mejorar el posicionamiento orgánico de tu empresa.

– ¿Dónde publicarás ese contenido?

En una estrategia de contenidos hay que crear contenidos adaptados a las diferentes necesidades de tu público, pero no todos los canales de difusión son adecuados para transmitir estos mensajes.

Por ejemplo, si tu objetivo es hacer que el mercado descubra tu marca, no tiene sentido trabajar una estrategia de contenidos basada en el email marketing. Si el mercado no te conoce, ¿Cómo se van a suscribir a algo que desconocen?

Es necesario alinear objetivos con canales de difusión. Esto son algunos de los canales que puedes trabajar en tu estrategia.

  • Blog Corporativo
  • Canal de YouTube
  • Redes Sociales
  • Email Marketing
  • Canal de Podcast

Sin embargo, no intentes llegar a todo. Crear contenidos para todos los canales puede llegar a ser misión imposible si no cuentas con los recursos necesarios.

  • Escoge 1 o 2 canales que estén alineados con tus objetivos principales y céntrate en esos canales al inicio de tu estrategia.

– ¿Qué tipo de contenido vas a crear?

Estos son algunos de los tipos de contenidos que puedes crear. No todos valen para todos los canales, de allí la importancia de alinear correctamente el canal de difusión con el formato de contenido a crear

  • Posts para el Blog
  • Páginas (Landings) de Servicios
  • Artículos de Ayuda
  • Herramientas Interactivas
  • Publicaciones en Vídeo
  • Casos de Estudio
  • Plantillas o Templates
  • Infografías o Banners

– ¿Con qué herramientas vas a crear ese contenido?

Por último, es necesario concretar cómo le darás forma a esos contenidos. Qué recursos técnicos vas a necesitar y qué personas se encargarán de crear esos contenidos.

  • Personas: ¿A quién necesitas contratar y qué habilidades necesitas?
  • Herramientas: ¿Qué programas necesitarás?

Fases de la estrategia de creación de contenidos:

Como en toda estrategia, hay que seguir una serie de pasos para lograr los propósitos establecidos, y en esta ocasión se trata de crear contenidos de calidad e interesantes para los usuarios.

Al enfocarse en conseguir resultados sustentables y atraer oportunidades de negocio, una estrategia de contenidos es un proceso complejo y profundo, conformado por diferentes tareas, aristas y tácticas.

A continuación, desglosaremos las diferentes fases que componen el método de creación de contenidos.

1. Analizar la situación a nivel de comunicación:

Hay que realizar un análisis de la situación actual en la que se encuentra la empresa, teniendo en cuenta factores como:

  • El mercado online en el que la empresa/marca/servicio suele operar.
  • El posicionamiento de la competencia (qué hace), y cuáles son las tendencias en el sector.
  • El público actual y el público objetivo al que se quiere llegar.

2. Establecer los objetivos a cumplir:

En esta fase hay que determinar los objetivos. Para ello, es esencial conocer los medios de los que disponemos y aquellos de los que podríamos disponer, por lo que el conjunto de objetivos establecidos debe estar alineados.

Además, todos los propósitos deben ser objetivos SMART.

  • Específicos: tienen que establecerse de la forma más concreta posible y responder a cuestiones como qué, cuándo, cómo, dónde, con qué, quién, etc.
  • Medibles: ha de ser una meta cuantificable. No vale decir “aumentar”, hay que especificar qué cantidad ya sea en números o porcentajes.
  • Alcanzables: el objetivo debe ser posible de acuerdo con el entorno que nos rodea. Hemos de deshacernos de todas aquellas ideas demasiado ambiciosas.
  • Realistas: proponer objetivos de acuerdo con nuestras posibilidades, recursos económicos y materiales, etc.
  • Definidos en tiempo: establecer una línea temporal ayudará a marcar las distintas etapas que nos permitirán llegar a la meta propuesta.

3. Analizar la audiencia a impactar:

Se trata de uno de los puntos más importantes a tener en cuenta. Hay que dividir a la audiencia en diferentes tipos de público según datos clásicos de segmentación como edad, género, procedencia sociodemográfica y perfil profesional; y según sus comportamientos e intereses, entre los que destacan:

  • Cuáles son sus principales intereses.
  • Qué tipo de contenidos prefieren y consideran más interesantes.
  • A través de qué canales prefieren obtener y consumir información.

4. Creación de los contenidos

El proceso a seguir en el proceso de creación de contenidos, casi siempre es el siguiente:

  • Investigar: examinar todo el material que tenemos a nuestro alcance.
  • Curación: actualizar y modificar el contenido para adaptarlo al nuevo objetivo.
  • Creatividad: buscar ideas que ayuden a mostrar nuestro contenido de forma directa, explícita y atractiva.
  • Copywriting: hacer uso de un lenguaje persuasivo en la redacción del contenido.
  • Diseño: crear contenidos con un potente carácter visual.
  • Optimización: Por un lado, se refiere a usar técnicas que ahorren tiempo y esfuerzo en los pasos anteriores. Por otro lado, son todas aquellas herramientas que ayudan a optimizar el contenido, es decir, mejorar el posicionamiento de la marca/producto/servicio en los resultados de búsqueda. Algunos consejos para mejorar el posicionamiento son:

– Incluir las palabras clave a posicionar en determinados lugares donde su presencia cobra especial importancia como, por ejemplo, en el título de la página, los textos alternativos de las imágenes, los encabezados, etc.

– El texto tiene que tener un mínimo de 350 caracteres. En cuanto a su extensión, aquí se da una mayor versatilidad de acuerdo con el tipo de contenido que se esté tratando.

– Añadir enlaces y tener en cuenta las palabras clave en los textos sobre los que se clica en los enlaces (textos ancla).

Según el objetivo que persigan, los contenidos pueden ser del tipo:

  • Fidelización: encuesta, concurso, email marketing.
  • Atracción: tutoriales, infografías, gifs, entrevistas.
  • Conversión: reseñas y fotos.
  • Persuasión: video explicativo, post en redes sociales y blogs.

5. Difusión de los contenidos

Existen diferentes vías por las que podemos promocionar los contenidos que hemos creado:

Medios pagados:

  • Publicidad en redes sociales.
  • Publicidad en buscadores.
  • Publicaciones patrocinadas.

Medios propios:

  • Web.
  • Blog.
  • Redes sociales.
  • Correo electrónico.

Medios ganados:

  • Publicaciones en medios especializados (notas de prensa).
  • Boca a boca debido entre nuestra comunidad.
  • Marketing de afiliación.

6. Análisis de las métricas

El último paso es la corroboración de si el contenido que hemos creado está cumpliendo los objetivos que nos hemos marcado al principio de todo el proceso. Aunque se deben utilizar diferentes tipos de métricas según los objetivos que se hayan perseguido, se pueden tener en cuenta métodos como:

  • Contabilizar el número de suscriptores, seguidores e interacciones (como los likes), realizadas por los usuarios.
  • Monitorear los clicks sobre los enlaces
  • Medir el tráfico creado a través del número de visitas.

Lo ideal es utilizar herramientas como:

Google Analytics: ofrece estadísticas acerca del comportamiento de los lectores.

Namechk: ayuda a conocer si el nombre de nuestra marca/producto/servicio está siendo empleado en redes sociales.

Sumo.me: a través de su mapa de calor podemos saber qué contenidos han funcionado mejor y cuáles peor entre los usuarios.

El mundo de la creación de contenidos digitales es extenso y versátil.

El éxito está en la iniciativa, en las ganas y en adaptarse a las nuevas formas de negocio. ¡A por ello!

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